Los cambios permanentes en las configuraciones de la sociedad y la economía global, han afectado las dinámicas de las organizaciones en todos los campos. De esta manera, se imponen nuevos retos, para lograr su supervivencia en un ambiente cada vez más incierto, influenciado por fenómenos tan poderosos como la imparable globalización. Así mismo, el avance de las tecnologías de la información y la comunicación contribuyen a vivenciar este proceso, el cual requiere de personas y estilos administrativos que puedan gestionar el cambio y hacerlo posible. En este escenario cada vez más inestable y competitivo, el liderazgo se posiciona como un factor determinante para el éxito y supervivencia de las organizaciones, pues además de considerarse como uno de los roles claves de los gerentes/administrativos, el liderazgo estratégico brinda la capacidad de anticipar, vislumbrar y mantener la flexibilidad, así como de saber delegar facultades para cera el cambio estratégico cuando sea necesario también significa, la capacidad para anticipar, vislumbrar, mantener la flexibilidad y saber delegar atribuciones con el propósito de crear el cambio estratégico siempre que sea necesario. El liderazgo implica administrar, por medio de las personas, los recursos de la organización, administrar a la organización entera y no solo una unidad funcional, incluye liderar el cambio cada vez más rápido y profundo que caracteriza al escenario actual de la competencia. Hoy en día el liderazgo estratégico este considerado una competencia esencial para el alto desempeño de la organización pues el líder estratégico afronta los siguientes imprevistos; conducir a las personas hacia los resultados, impulsar el desempeño, formar acciones dentro de los equipos y entre ellos, administrar el trabajo cotidiano, influir por medio del poder personal, tener una luz para localizar y desarrollar talentos e inspirar lealtad y confianza. Sin embargo, en un nivel más elevado, el líder estratégico será el encargado de impulsar los cambios y de ejecución, de desarrollar las acciones de largo plazo o un conjunto de objetivos para que se alinee dentro de la visión organizacional. Por último no queda más que resaltar que el liderazgo estratégico es un concepto fundamental y debe constituirse como el proceso competitivo más importante de la organización. Porque, conlleva a perseguir una visión compartida; combina la capacidad de anticiparse y flexibilizar la organización para responder efectivamente a los cambios que convulsionan al mundo y que por ende la afectan, el ejercicio del liderazgo estratégico, es una mezcla perfecta de creatividad, inteligencia emocional, empatía y carácter. No obstante, puede apoyarse en los demás estilos de liderazgo y características que se han definido en el libro de planeación estratégica con el fin de conseguir los objetivos que ha trazado la organización para la consecución de la estrategia y el sello de liderazgo. Se ha probado que un líder creador de éxito es alguien que brinda a otras personas una manera diferente de ver el mundo, por tanto debe ser una característica inherente del ejercicio del liderazgo. Impulsar el espíritu creativo para así permitir que las organizaciones evolución, que creen conocimientos e innovación y logren sorprender al mundo, contribuyéndolo a ser un mejor lugar para vivir. Se puede afirmar que los líderes estratégicos auténticos, son aquellos que además de vivir y afrontar los momentos de crisis, hacen parte de todo el proceso de cambio. Como consecuencia poseen un pensamiento sistémico en donde conocen perfectamente a la organización, a las variables que están en el entorno y la afectan y pueden a través del uso de la inteligencia emocional influenciar en el grupo de manera efectiva. La organización es una red que se activa por las personas que marcan un ritmo para conseguir un objetivo; las organizaciones que trabajan con esta premisa, diseñan mejores procesos de selección y formación de líderes que permitirán que los clientes perciban el sello de liderazgo a pesar de ser este un intangible. Se debe atraer a los mejores para que los resultados se consoliden rápidamente y se conviertan en líderes y mentores que consoliden un estilo de formación que se perpetúe en el tiempo. Idalberto C., Arāo S., (2010)
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